lunes, 27 de enero de 2014

Hola.

Si te escribo
Corro un riesgo grande a que no respondas.
Si te busco
Quizás no quieras verme.
Si te hablo
Seguramente ni contestes.
Pero como sé que no me lees.
No me escribes.
No me buscas.
Y que hago señales de humo a nadie.
Se terminará extinguiendo todo.

Adiós.



jueves, 17 de noviembre de 2011

El poder de no poder

En Busca de la Felicidad.
— Dime, ¿Qué quisieras hacer?
— Quisiera estudiar y trabajar.
— ¡Pero si ni siquiera puedes con el estudio!
— Entonces no.
— ¡Ahí está tu problema!
— ¿Cuál?
— Nunca dejes que alguien te diga que "No puedes".

No, no es parte del guión, pero es de esas frases que nunca pensaste sentirlas tan reales en tu vida.


jueves, 27 de octubre de 2011

El mejor día de mi vida




Yo no sabía, pero cuando toqué las calles húmedas me enteré de lo que era la soledad.


Toqué la soledad porque es que así dicen que es, húmeda, triste, fría y vacía. Sin embargo a mi lado tenía la persona que más amé en el mundo, y con él, la soledad, aunque la tocara, desaparecía. Él pasó la noche anterior acariciando mis pies, tocando el borde de mi cama, que se parece mucho al borde de la muerte, y es que un mesón lleno de flores y muñecos de felpa debería ser algo así como un jardín e inmensos cariños de la gente que amas o de la gente que te ama, algo así, además de una cama caliente, una taza de chocolate que no debo probar, pero ya qué, es el mejor día de mi vida y lo pienso disfrutar, y así debería ser, sin ningún borde de muerte, sin ninguna cama caliente, disfrutando de un "afuera" helado, lleno de charcos de agua que podrían acabar con mi existencia, pero así fue, el mejor día de mi vida y el último de mi existencia.

Para mí es ridículo contarles como comenzó a caer mi cabello, cuando me veía al espejo y ya notaba inmensos terrenos de piel pálida, ahí donde debería haber una brillante y abundante cabellera castaña oscura, como noté que mi piel se aclaraba a medida que transcurría el tratamiento, y la soledad, esa soledad tan distinta a pesar de estar rodeada de la familia, amigos y aquellas personas que amaba, cuando ya no queda más vida sino invitar la muerte, enterarse que ella ya hace parte de uno y tragarse las lágrimas del día frente a visitas inesperadas, para soltarlas en la noche, cómo después de una decaída me internaron y mi habitación cambió a una fúnebre habitación de hospital, con la frialdad del aire acondicionado y un intento fallido de adornos florares y los peluches que adornaban mi cuarto, donde debería parecer un jardín, las estúpidas flores me recordaban el cementerio y los ridículos muñecos perdieron su valor, porque es que ya no hay nada más valioso que eso, que la vida que ya perdía y dejaba ir.   

Comenzó la vida después de la muerte.

Él no dejaba de mirarme, se pasó todo la noche detallándome, lo noté porque hace días ya no duermo; me dedico a mirar por la ventana. Y depronto algo pasa... Esta es la soledad y mi ángel era él, que acarició mis manos. Yo que ya no podía decir nada, mis ojos hablaron por mí.. Y él los leyó, supo escuchar, es mi último día contigo, mi última noche vivida y quiero disfrutarla junto a la lluvia, junto a un cálido amanecer, junto a ti. Así que se armó de valor y fuerzas para cargarme y colocarme en una silla de ruedas, cubrirse el rostro como un doctor y esquivar un par de enfermeras.

Usted se equivocó si pensó que éste cuento se trataba de mí, cuando era él quién se jugó su libertad por verme feliz. Yo también supe leer sus ojos, esa mirada de miedo e incertidumbre mientras salíamos por la puerta trasera del hospital y junto a un gran árbol quedamos, esperando el día aparecer, esperando la muerte llegar, esperando y diciendo con felicidad: Este es el mejor día de mi vida.

Gracias, Gabriel.





Escrito para el blog "Cuentos, para antes de dormir"
Entrada Original

sábado, 30 de abril de 2011

8 de julio

Hoy no es 8 de Julio y no conozco algún 8 de Julio importante... Es como decir cualquier 31 de agosto o 21 de febrero que no importe. Que no pasa nada interesante, que no le brindamos la energía que se merece.

Pero debería existir un día para los corazones rotos, así como le rinden tributo a las vidas que dejó el desastre de las torres gemelas un 11 de Septiembre que fue un día como cualquier otro.

Y es que de pronto no les agrade la idea, pero vivimos recordando placeres y dolores ajenos, y andamos haciendo ceremonias por otros.

El día de los corazones rotos, por todos aquellos que dejaron de creer en el amor, por esos que se quebraron en dos, por los que desilusionan cada día y por los que aún con el corazón quebrado se lanzan a abismos de amores.

domingo, 6 de marzo de 2011

Las dos hijas de doña Sofía

Doña Sofía tuvo dos hijas, dos hijas de un marido que nunca quiso. De su segundo marido para ser exactos. Y para la historia de una de sus hijas necesito primero contar un poco más de doña Sofía.

Hace alrededor de 70 años atrás, cuando doña Sofía aún no era doña, conoció y se casó con un señor mucho mayor que ella y para ese entonces tenía al rededor de 15 años. Tuvo su primer hijo, una niña bella, tez blanca, saludable y ojos relucientes, todo iba bien, a los dos años siguientes, doña Sofía, que aunque doña no parecía tuvo su segunda hija, otra niña hermosa, un poco más gordita, pero saludable.



Doña Sofía no vivía muy feliz con su realidad, porque aunque decía amar a su marido sospechaba siempre de él en sus viajes de trabajo donde alguna aventura podría tener, pobre doña Sofía, a medida que fue creciendo quiso deshacerse de esa vida, ese marido y esas hijas... Se inundaba la cabeza de los chismes de sus vecinas y se inundó tanto que terminó definitivamente con esa familia, así que agarró sus motetes y para resumir, dejó la niña mayor con sus padres y la menor se quedó con ella a vivir. Doña Sofía no era tan mala después de todo, aún así tenía sentimientos nobles aunque el mayor parte del tiempo era trabajo y trabajo para salir de una pobreza que le dejó el mal uso de la lotería mayor que ganaron sus padres.

Pero recuerden que ella amaba a su marido y ese fue el primero, así que de aquellas hijas no les diré la vida.



Pasaron varios años y doña Sofía conoció otro hombre, uno del que no supo mucho o tal vez por saber demasiado lo dejó, porque esa relación que tuvo con él poco duró.

Y ese señor fue su segundo marido, el padre de las niñas que nunca aceptó. Pero lo sorprendente de todo era lo mucho que se parecían a ella, por su nariz, su color de piel, sus rizos y aquellos ojitos negros de las dos; Aida es la mayor y después de tres años Yomaira nació.

No sé qué le pasaba a doña Sofía, tal vez no supo aceptar su pasado entonces pensaba arrancar de cero, casi literalmente, como si perdiendo su marido y escondiendo sus hijas recuperara su virginidad.
Entonces por Aida ser la mayor, les contaré de su tremenda historia en otro post.


*Basada en hechos reales. Los nombres han sido cambiados.
*motetes: Dicese del modismo colombo-costeño-barranquillero para referirse a las cosas de una persona cuando va a viajar, a mudarse o simplemente lo lleva cargado cuando sale a pasear. (morral, ropa empacada...)

jueves, 27 de enero de 2011

Dicen que el mejor regalo es una oración



Descansa en Dios, no pierdas la fe. Todo lo que has aprendido utilízalo aquí, esta es la vida y estamos hechos de la Gracia de Dios... No desfallezcas, el Señor te proveerá todo lo que necesites y te dará todo lo suficiente para continuar. No te dará pruebas que no puedes superar, Él cree en ti. Él da todo por ti, te bendice y tú ya tienes la fortaleza en tu corazón, úsala. Las aves tienen qué comer y un nido donde dormir, ahora tú que eres su hijo amado no te dejará jamás y te dará todo, donde dormir, qué comer.

No dependes de tu trabajo, tu trabajo te lo dio Dios.
No dependes del dinero, eres hijo del dueño del Oro y de la Plata.
No dependes de lugares, ni personas, eres el hijo del Rey de Reyes, lo que te convierte en un Príncipe y no en cualquiera.

Eres de otro nivel, no de cualquiera, estás en el nivel de Cristo, donde nada banal te humillará, antes, Dios humillará a todos los que en contra tuya están.



No te mortifiques, pero ahora viene lo más difícil;

Cree en Dios, descansa en Él y acepta que se haga su voluntad. 

Lo demás es papaya.


*Dedicado a mi amor, para que tengas presente que  principalmente Dios, tu familia y yo estamos contigo y Él respalda tus sueños siempre.

*Papaya: Dícese del modismo colombo-costeño-barranquillero para referirse a que algo es sumamente sencillo.